Paolo Guerrero pidió a Ricardo Gareca no ser convocado para los partidos amistosos después de la Copa América, que disputó la selección peruana en su gira por Estados Unidos frente a Ecuador y Brasil, los cuales perdimos y ganamos por la mínima diferencia respectivamente. Pedido que hacía indicar que favorecería a su club, el Internacional de Porto Alegre, tanto para consagrarse campeón de la Copa de Brasil y también lograr la participación del mismo en la próxima Copa Libertadores 2020.
Paolo, jugando por un club, disputó su última final en el 2013 cuando Corinthians superó a Sao Paulo por la Recopa Sudamericana. |
En primer lugar, el caso Paolo
Guerrero hizo que Perú pierda peso ofensivo en estos encuentros. Ricardo Gareca probó con todos los
delanteros que tenían o no continuidad en sus equipos. Incluso en anteriores oportunidades, utilizó a varios
volantes de falso 9 sin éxito alguno. Una razón más para demostrar la falta de gol que tenemos en la selección sin nuestro capitán. No existe un plan b, ni c, ni z, para ser eficaz en el área contraria sin nuestro goleador.
Cabe resaltar que el exalianza, fue noticia semanas antes por preferir a su club antes que sumarse al equipo de todos para sus próximos partidos en el norte del continente. Ganó la semifinal de la Copa de Brasil frente a Palmeiras, partido en el que anotó, llevando de esta manera al club a una final del torneo por segunda vez en su historia. Todo parecía indicar que Paolo nos regalaría un título más para nuestro país, sin embargo su equipo cayó frente a Atlético Paranaense por 3 a 1 en el marcador global.
Por otro lado, Paolo Guerrero quedó como el goleador de la Copa de Brasil con cinco tantos, lugar que comparte con Luciano, jugador de Fluminense, y Pipico de Santa Cruz. Estuvo a un tanto de lograr ser el primer extranjero como máximo anotador del certamen. El goleador peruano le marcó a tres equipos: Paysandu, Cruzeiro y Palmeiras.
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